LOCURA HISTÓRICA

Asistí a comienzos de mes a la Asamblea Anual de Directores de Torneos de PGA Tour en Palm Springs, Estados Unidos, en mi condición de Director de Astara Chile Classic presentado por Scotiabank de Korn Ferry Tour, cuando en medio de una exposición se conoció la conferencia de prensa de Jon Rahm en que anunciaba su decisión de irse a LIV Tour con un contrato por cuatro años a cambio de una cifra que bordearía los quinientos millones de dólares. Sí, el mismo español que hace medio año declaraba que no jugaba por dinero sino que por fama y que además el formato del circuito saudita no le era atractivo. Evidentemente, la determinación produjo impacto, pero más allá de tratarse de un gran jugador, número tres del mundo, lo que más llamó la atención fue su diametral cambio de posición influenciado obviamente por un monto difícil de rechazar (salvo Tiger Woods que no quiso aceptar ochocientos millones de dólares para cambiar de liga). Cada persona puede tener una opinión sobre este cisma que está viviendo el golf profesional mundial, que tendrá que generar cambios y acuerdos entre los actores importantes, pues la guerra no favorece a nadie. Dicho eso, cabe mencionar que la industria del golf en Estados Unidos mueve ochenta y seis mil millones de dólares al año y LIV Tour alrededor de dos mil millones hasta la fecha, por lo que no estamos hablando de entidades equivalentes. Sin duda que la gigantesca inversión de los saudíes es imposible de redituar en términos económicos, por lo que en algún momento tendrá que empezar a moverse dentro de las reglas del mercado deportivo. Por otra parte, PGA Tour también tiene una muy buena oportunidad de reevaluarse y reaccionar para salir fortalecido de este trance, pues su peso enprestigio y poder económico está muy por sobre las circunstancias de jugadores importantes que emigren. Por llevarlo a un ejemplo futbolístico, Real Madrid perdió a Cristiano Ronaldo y Barcelona a Messi y no han dejado de ser dos de los clubes más poderosos del mundo.

Siguiendo con el tema de los grandes contratos a deportistas de categoría mundial, ¿saben quien es el jugador mejor pagado de la historia?. ¿Mbappe, los ya nombrados Messi y Cristiano Ronaldo, el genial Lebron James, Federer, Djokovic o algún golfista, Canelo Alvarez o Max Verstappen?. ¡No señores! el deportista mejor pagado del mundo es un beisbolista japonés llamado Shohei Ohtani ¿les suena?. Pues bien, acaba de firmar un contrato con los Dodgers de Los Angeles por setecientos millones de dólares. La franquicia de la National League Baseball de propiedad, entre otros, de Billie Jean King y Magic Johnson, se ha asegurado al nipón por los próximos diez años. Sin ir más lejos, Messi recibe sesenta y cinco millones anuales en el Inter de Miami y la estrella portuguesa, cuarenta y seis millones cada trescientos sesenta y cinco días por convertir goles en el Al-Nassr FC de Arabia Saudita.

El deporte femenino, aunque año a año ha ido acortando las distancias en cuanto a remuneraciones, aún está lejos, toda vez que la mejor pagada es la tenista estadounidense Coco Gauff con veintidós coma siete millones de dólares y otras ocho tenistas ( Iga Swiatek, Emma Raducanu, Naomi Osaka, Aryna Sabalenka, Elena Rybakina, Jessica Pegula, Leylah Fernandez y Ons Jabeur) se ubican entre las quince atletas con mayores ingresos junto a dos futbolistas (Alex Morgan y Megan Rapinoe), dos esquiadoras ( Eileen Gu y Mikaela Shiffrin), una golfista (Nelly Korda) y una gimnasta (Simone Biles). Estas quince primeras suman un total de ciento setenta y cuatro millones de dólares, un diecinueve por ciento menos que el año anterior, tras el retiro de la gran Serena Williams que promediaba treinta y cinco millones de dólares anuales. Un caso digno de mencionar es la tenista japonesa Naomi Osaka, ganadora del US Open, pero sin consolidarse como gran tenista, que tenía ingresos, antes de convertirse en madre, de quince millones de dólares.

¿Cuántos deportistas profesionales chilenos logran tener suculentos ingresos en sus respectivos deportes, a gran distancia obviamente de los mejor remunerados del mundo?. Sin duda, encabezan la lista nuestras dos estrellas del golf mundial, Joaquín Niemann y Guillermo Mito Pereira y le siguen futbolistas que han venido en declinación como Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Claudio Bravo, el técnico Manuel Pellegrini y el tenista Nicolás Jarry, bastante más atrás por ahora.

Lindo tema, es hablar del deporte profesional chileno, pero lo dejaremos para una próxima columna para explayarme debidamente, ya que la realidad es muy inquietante, pues es tremendamente difícil realizar mega eventos en nuestro país, que por lo general son organizados por empresas privadas, que deben sortear grandes dificultades, sufrir incomprensiones de las autoridades y terminar siendo mal vistas, por tener fines de lucro. De hecho, la empresa privada no existe en la Ley del Deporte, salvo las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales, básicamente creadas para el fútbol profesional y que son permanentemente cuestionadas, muchas veces con razón.

Un ejemplo claro de ello, que ha pasado absolutamente inadvertido, es que desde 1947 existía una ley que otorgaba exenciones tributarias a los grandes eventos deportivos, sin discriminar sobre los organizadores. Pues bien, con motivo de los recientes magníficos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023, como parte de su legado, se derogó la ley del siglo pasado y se reemplazó por una nueva que establece beneficios tributarios para eventos de nicho organizados solamente por entidades sin fines de lucro, vale decir, COCH, Federaciones y clubes deportivos principalmente, que precisamente no organizan eventos deportivos profesionales internacionales.

En fin, siempre tenemos hechos que nos sorprenden y tareas pendientes para mejorar en nuestro querido deporte chileno.