EL ÁRBOL DE NAVIDAD
Este símbolo tiene sus raíces en antiguas tradiciones paganas que celebraban la vida durante los meses oscuros de invierno. En la Europa medieval, se asociaba con el teatro misterioso que representaba la historia de Adán y Eva en el paraíso. Sin embargo, la costumbre de decorar un árbol en la casa se popularizó en el siglo XIX en Alemania.
La leyenda cuenta que Martín Lutero, inspirado por las estrellas brillando a través de las ramas de un abeto cubierto de nieve, colocó velas en las ramas para recrear la maravilla celestial. La Reina Victoria y el Príncipe Alberto adoptaron la tradición en el Reino Unido, y pronto se extendió por Europa y América.
En 1851, Mark Carr vendió el primer árbol de Navidad comercial en Nueva York. A medida que las ciudades crecían, los árboles de Navidad se convirtieron en una tradición arraigada. En 1882, Edward Johnson, asistente de Thomas Edison, iluminó el primer árbol con luces eléctricas en su hogar.
En 1912, los árboles de Navidad se popularizaron aún más con la construcción del Rockefeller Center, que presentó un impresionante árbol anualmente. A través de las décadas, la tradición se ha adaptado con nuevas decoraciones, como las esferas de vidrio soplado y las luces LED.
Hoy, el árbol de Navidad es un símbolo global de la celebración festiva, un recordatorio de la esperanza y la luz en medio del invierno en algunos países del mundo. Cada diciembre, millones de familias alrededor del mundo se reúnen para decorar sus árboles, continuando una historia que ha cruzado siglos y fronteras.
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