CHECK IN
¿Cómo estás? Realmente, ¿Cómo estás?
Hago una pausa, respiro y me hago observador de mí misma. Soy testigo de lo que pienso en estos momentos; conecto con mi sentir e identifico esas emociones que predominantemente están conmigo ahora; aterrizo en mi cuerpo y me doy cuenta de los lugares de tensión, también los sectores que se sienten más relajados, me hago consciente del movimiento que hace mi cuerpo al respirar y cualquier sensación que me acompaña en el presente.
Este es el punto de partida.
Aunque es recurrente escuchar el “¿cómo estás?” varias veces en el día , darnos el permiso de realmente reconocernos en las distintas dimensiones que nos conforman como humanos, es base para emprender la aventura de crecer hacia esa versión de mí misma que se sienta más auténtica, íntegra y capaz. Cómo estoy me muestra una referencia inicial, desde la cual puedo empezar a discernir cómo avanzar en mis desarrollos y cuál es mi proceso para acercarme a los objetivos que me propongo.
Check in emocional: Te propongo lo siguiente. Lee lo que a continuación voy a plantear y revisa si realmente deseas hacerlo, si es un buen momento para ti y si tiene algún sentido. La idea es ponernos en rol de explorador y con curiosidad amable, indagar en nuestras emociones actuales.
Haz una pausa en tu día, es decir, me detengo de aquello que estaba haciendo, encuentro un lugar cómodo, idealmente sentada y me proveo de seguridad física: apoyo ambas plantas de los pies sobre el piso, intenciono sentir el soporte del asiento que me sostiene, e incluso pongo las palmas de las manos sobre los muslos, para estar también en contacto físico conmigo misma.
Si te queda cómodo, conecta con el respirar. Esto quiere decir que me hago consciente del aire que va entrando y saliendo por la nariz, sin necesidad de alterar el ritmo en el que estoy respirando, con la intención de pasar del piloto automático a mayor consciencia de la inhalación y exhalación.
Si te distraes está bien, eso hace nuestra mente y, simplemente me doy cuenta de la distracción interna (como pensamientos) o externa (como ruidos ambientales), y vuelvo a intentar reconectar con el respirar.
Desde ese espacio mental, en silencio, me hago las siguiente preguntas: ¿cómo estoy yo ahora?, ¿qué me esta pasando en estos momentos? Y dejo que surja alguna respuesta, no hay una correcta o incorrecta, incluso puedo no tener respuesta. Intento aceptar, ya sea que identifico algo agradable o desagradable, me doy cuenta de los juicios y opiniones que tengo sobre mi sentir y busco estar en paz con lo que me pasa. Está bien sentirse momentáneamente de esta manera.
La invitación es a chequearnos emocionalmente todos los días en algún momento. Para los deportistas puede ser antes o después de entrenar. Para quienes no nos dedicamos al deporte puede ser cuando comienzo el día, all medio día y/o cuando ya voy terminando mis labores por la tarde. La idea es curiosear, sabiendo que si no me gusta o no cobra sentido el check in, me puedo detener en cualquier momento que quiera.
Recuerda que estas propuestas no constituyen terapia y si consideras que necesitas acompañamiento profesional para las adversidades que nos presenta la vida y el deporte, aprender a pedir ayuda también es parte de nuestros autocuidados. No tenemos que hacerlo solas, en ocasiones lo que necesitamos es corregulación. Nos co-construimos y sanamos con otros, ese es el valor de la comunidad.
María Paz Ocampo.
Psicóloga del Deporte / @pazocampo
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