LA REINA 

LA REINA 

Es considerada una de las piezas más importantes en el tablero de ajedrez, combina los movimientos de la torre y el alfil. El avanzar con ella es prometedor, aunque al comienzo de la partida, la reina no es tan potente y sacarla pronto, se expone a ser acosada por piezas y peones. Esto puede costar valioso tiempo, que se podría haber usado en desarrollar un posicionamiento que comprometa al rey. 

La reina idealmente debe estar en una posición flexible, donde pueda apoyar un ataque o defender rápidamente. Algunos afirman que sacrificarla por un descuido significa la derrota casi inevitable. 

Otra pieza notable, es el caballo. Su efectividad se hace notar en posiciones cerradas y bloqueadas, ya que otras piezas no pueden saltar barreras, el caballo sí. Aunque no puede hacer una jugada “de espera”, como otras piezas, ya que es una pieza de “corta distancia”. La reina y el caballo, pueden atacar cualquier casilla del tablero. Pero si ponemos una reina en el tablero y, observamos cuales son las casillas más cercanas que esta pieza no puede atacar, son justo las posiciones desde las que puede ser atacada por un caballo. Es decir, el caballo es la única pieza que puede atacar a la reina sin quedar amenazado por esta. 

Ya ves, sin importar cuan única y eficiente sea la pieza, no va a haber un momento en que estemos exentos de los contrastes. Este es inherente en todo, sin importar cuán conscientes seamos. 

El contraste va a venir con cada decisión y pieza que tomemos. En la construcción y mantención del bienestar la consciencia es clave, pero estar consciente no nos asegura sólo experiencias positivas. Así como estar conscientes de los movimientos de las piezas, no nos garantiza las capturas de las piezas del enemigo, ni tampoco la victoria. 

No es que mientras más conscientes nos volvamos, más exentos estaremos de los contrastes. Puede que nuestra relación con los contrastes vaya cambiando. 

El pasar por situaciones negativas, sacrificios o pérdidas, no sugiere que hemos hecho algo malo o que tengamos temas no resueltos, el pasar ellas es parte de la naturaleza del juego, es parte de nuestra experiencia humana. 

Por: María José Cruzat
Psicóloga Clínica Adultos / @terapiaadultos 

M. Jose Perfil

María José Cruzat.

Psicóloga Clínica Adultos / @terapiaadultos

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