Desayuno y deporte o al revés? Hacer ejercicio en ayuna es una práctica que cada día gana más adeptos, pero puede ser un poco confusa, ya que muchos lo practican forzosamente sin conocer posibles beneficios o desventajas.
Ayunar, es aplazar de forma voluntaria la ingesta de comida por motivos religiosos, de salud o cualquier otro tipo.
En ayunas, el glucógeno del hígado es la principal fuente de energía del cerebro, que necesita un suministro continuo de glucosa para funcionar correctamente. Los depósitos de glucógeno se agotan luego de 12 hrs sin ingerir alimentos ni bebidas. Cuando no hay suficiente energía disponible, el cuerpo empieza a metabolizar las grasas para obtener “energía”.
La realización de ejercicio aeróbico de intensidad moderada en este ambiente de ayuno, favorece la oxidación de grasas, pero esto a largo plazo es insignificante y uno de los problemas que puede surgir durante un entrenamiento en ayunas es la fatiga y la pérdida de energía repentinas, provocado por la reducción de las reservas de glucógeno en algunas personas. Otras simplemente pueden realizar ejercicio en ayunas sin problemas porque se adaptan mejor a este estado.
Si tu objetivo es mejorar el rendimiento deportivo, no es la mejor estrategia ya que no hay evidencia de que el entrenar en ayuno mejore el rendimiento.
Tu puedes elegir qué es lo que más te acomoda, pero siempre consulta con especialista si es lo mejor para tus objetivos.
Importante aclarar que estoy hablando de ejercicio en ayunas y no de ayuno intermitente.
María Ignacia Cornejo.
Nutricionista, Diplomado en nutrición naturopática, bioreguladora y artomolecular. @nta.ignaciacornejo.
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