Como sociedad le hemos dado una connotación negativa a la incertidumbre, y esa creencia nos lleva a tener miedo frente a todo lo que estamos viviendo, por lo general, a todo lo nuevo.
Lo que no hemos visto, es que la incertidumbre genera cierta tensión que nos empuja a cosas que si logramos dejar el miedo de lado comienzan a fluir como la creatividad y la valentía. Además, en muchos casos, nos lleva a conocer virtudes nuestras de las cuales no éramos conscientes.
La pandemia nos vino a dejar un mensaje bastante potente: lo único seguro es el cambio constante. No hay que temerle ni tampoco evitarlo.
La falta de certeza ha llevado a personas a reinventarse y encontrarse consigo mismas. He visto personas que por no saber qué hacer han descubierto sus verdaderas pasiones y propósitos, siendo exitosos en ello.
Nos hicieron creer que la incertidumbre era algo malo, cuando en realidad la pandemia nos vino a dejar un mensaje bastante potente: lo único seguro es el cambio constante. No hay que temerle ni tampoco evitarlo.
Abrazar la incertidumbre y no desconectarnos del presente nos puede llevar a concretar cosas que nunca imaginamos. Soltemos las creencias que nos limitan, abrámonos al cambio y atrevámonos a innovar, porque todos tenemos un talento por descubrir si aún no lo hemos hecho y nos puede sorprender en cómo somos capaces de afrontar todos los cambios que estamos presenciando.
Suelta el miedo, flexibiliza tus emociones y encuentra tu forma de enamorarte del cambio… porque ahí está la diferencia respecto a si todo esto va a tu favor o en tu contra.
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