El fin de la esclavitud en Chile

El día 24 de julio de 1823 se dicta en Chile la “Ley de Abolición de la Esclavitud absoluta”, momento en el cual existían aproximadamente entre 3 y 5 mil esclavos de raza negra y parda; dicha ley enmarcaba principios como la libertad de vientre y la igualdad de todas las personas dentro del territorio nacional, sin existir grupos privilegiados, principios que hasta el día de hoy se encuentran presentes en nuestra constitución.

De esta forma el 24 de julio se convirtió en una fecha importante para Chile, al ser este el primer país latinoamericano y el segundo país a nivel mundial en decretar la libertad absoluta, poniendo fin a 300 años de esclavitud en el territorio desde su inicio con la llegada de los españoles durante el siglo XVI.

A pesar de que la ley que declaraba la libertad de vientre se encontraba en vigencia desde 1811, es bien sabido que la cultura chilena no apoyaba esta idea y se daban muchos abusos de parte de los “dueños” hacia sus “esclavos”, razón por la cual se tornó necesario una reforma para dar mayor fuerza a este tipo de iniciativas.


Fue el director supremo Ramón Freire y su ministro del interior Mariano Egaña, quienes firmaron el decreto que liberaba para siempre, a todo esclavo hombre o mujer que se encontrara en territorio nacional o que pisara suelo nacional, normativa que fue votada favorablemente en el Congreso Nacional.


El decreto de esta ley contenía lo siguiente como idea principal: ” 1º Son libres cuantos han nacido desde 1811, y cuantos nazcan en los territorios de la República. 2º Son libres cuantos pisen el suelo de la República, y que hayan sido conducidos fuera de ella. 3º Cuantos hasta hoy han sido esclavos, son absolutamente libres desde la publicación de este acuerdo”


Tal decreto fue considerado una reforma totalmente avanzada para el continente, razón por la cual obviamente existieron disputas, pues se estimaba que los dueños tenían un cierto “derecho de propiedad” sobre sus “esclavos”. Sin embargo, el Congreso enfatizó la libertad previa de todo individuo como valor universal, más allá del orden jurídico vigente y primó la libertad de todo individuo sobre todo lo demás.


Si bien, siguieron existiendo discrepancias dentro de los distintos estratos políticos estos terminan el día 29 de diciembre de 1823 con la promulgación de la Constitución de dicho año, que en su artículo 8° señala: “En Chile no hay esclavos: el que pise su territorio por un día natural será libre”, siendo este el último capítulo de la historia de la esclavitud en Chile, pues desde este momento hasta la actualidad, todas las cartas fundamentales de nuestro país consagran la libertad natural de todos los seres humanos.

Catalina Perfil

Catalina Izcue

Historiadora

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