El dinamismo en tu vida y el uso de las palabras

Algo que es importante aprender es llevar a la acción aquellas cosas que deseamos alcanzar en nuestra vida. Muchas veces planificamos y esperamos contar con el momento exacto, tener las cosas bajo control, para impulsarnos a la acción. Sin embargo, es en esta espera, planificación y sobre control, donde nuestros sueños se debilitan. El procrastinar o postergar impacta no sólo en no obtener eso que deseamos, sino también interfiere en nuestra confianza y estima personal.

La estima, la seguridad y la confianza no son un paradero o un lugar de llegada, sino algo que se construye.

Es justamente en el “hacer” donde las cosas realmente ocurren, donde vamos avanzando y aprendiendo sobre la marcha. Recurrentemente, como Psicóloga, tengo pacientes que declaran con gran certeza: “No me siento listo”; “Aún me falta mucho”; “No tengo la confianza”: “Estoy insegura” o “No soy capaz”. Es justamente cuando me nace poder compartirles que la seguridad y la confianza no es algo que se tiene. A diferencia de lo que se cree ilusoriamente, la estima, la seguridad y la confianza no son un paradero o un lugar de llegada, sino algo que se construye, momento a momento. Es en el “hacer” día a día donde vamos avanzando y construyendo la persona que queremos ser. Aprendiendo de nuestros errores, comenzando de nuevo, volviendo a planificar y haciendo ajustes necesarios, permitiéndonos celebrar el camino recorrido.

Las palabras son el acto de la creación y tenemos mediante ellas, la posibilidad de intervenir de manera favorable para impulsarnos a crear la vida que anhelamos. Un concepto relevante desde la PNL, (Programación Neuro-Lingüística) que podría ser de utilidad para nuestra confianza y acción, alude a la “Nominalización”. Una gramática transformacional que responde a un sustantivo que refleja conceptualmente un evento estático y damos movilidad al transformar el sustantivo en un verbo. De esta manera, por ejemplo, la palabra “valoración” (sustantivo) cambiaría a “valorizándome” (verbo), como un proceso contínuo y en evolución.

Al realizar este proceso, nos permite cambiar las representaciones mentales de las palabras, facilitando la visualización de lo expresado como algo dinámico, logrando mayor poder y maniobrabilidad. Nota la flexibilidad que te da el lenguaje al darle movimiento a la palabra. Permítete ejercitar: ¿Cómo podemos expresar estados emocionales nominalizados (estáticos) y cambiarlos a procesos continuos y en movimiento (verbo)?

Sé consciente de la sensación interna y la representación mental que te generan poderosas pero simples preguntas de intervenciones lingüísticas: ¿Cómo puedo tener confianza en mí? (sustantivo-estático) v/s “cómo puedo confiar más en mí?, (verbo-proceso). Este último ejemplo, al activar el lenguaje, otorga la sensación de maniobrabilidad y no quedar paralizados ante una meta lejana, como pueden resultar ser los sustantivos (conceptos abstractos y amplios).

Que este breve texto sea una invitación para recordarnos que el problema no está en nuestra persona, sino en cómo pensamos generalmente acerca de las cosas ( es decir, las representaciones internas que construimos inconscientemente en nuestra mente). Si logramos conocer cómo opera nuestra mente podríamos ser más efectivos en nuestra vida. La vida es movimiento…ninguna cantidad de sobre-análisis y planificación puede llevarnos a alcanzar nuestras metas. Recuerda, las acciones que emprendemos son las que realmente hacen la diferencia. Una visión sin acción es solamente ilusión! Te invito a que te actives mediante el uso de la palabra.

Schultz Perfil

Karin Schultz S

Psicóloga, Coach y Trainer internacional en PNL.
@karinschultzpnl

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