Copihue: el nacimiento de la flor nacional

La variedad de la flora y fauna de Chile hace compleja la elección de elementos naturales que puedan considerarse emblemas o representantes del país. No obstante, en el comienzo del siglo XX esta discusión fue zanjada y se determinó al Copihue como la flor nacional. Conoce aquí su historia.

Entre marzo y mayo de cada año es posible ver el nacimiento del copihue. Aunque es de aspecto delicado, lo cierto es que la planta suele enredarse sobre matorrales y árboles en las zonas húmedas y semi selváticas de la Cordillera de Los Andes y la Cordillera de la Costa, desde Valparaíso hasta Osorno.

Esta flor pertenece a la familia de las liliáceas que crece en las profundidades de la selva chilena, al interior de los grandes bosques de robles y coigües centenarios, por cuyos troncos se desliza ágil y evasivamente, en un intento por esconderse de la mirada humana. Pero sin alargarnos, ¿cómo fue que esta curiosa flor pasó a ser emblema nacional?

La denominación del Copihue como Flor Nacional data del período presidencial de Juan Luis Sanfuentes (1915 a 1920). En ese momento, José Víctor Besa, quien era alcalde de Santiago, organizó una fiesta de gran contenido popular en la terraza del histórico Cerro Santa Lucía con asistencia de las principales autoridades.

Es aquí, en el cerro sagrado del pueblo Mapuche, donde se le concedió al copihue la denominación de “Flor Nacional”. Sin embargo, la declaración oficial no se concretó hasta el 20 de enero de 1977 bajo el decreto N°62 del Ministerio del Interior.

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