ENTREVISTA CON EL ALCALDE DE LO BARNECHEA FELIPE ALESSANDRI

ENTREVISTA CON EL ALCALDE DE LO BARNECHEA FELIPE ALESSANDRI

1. ¿QUÉ ES EL LUJO PARA TI?

Lujo para mí es armonía, es encontrar cierta armonía en las cosas, en lo que uno hace, en la familia. Eso yo te diría que es lujo, más que un item, una cosa de lujo, sino que encontrar lujo en el sentido amplio, que haya armonía en las cosas. La calidad, si llegara a ser una prenda de ropa, eso es lujo.

2. ¿CÓMO RECUERDAS TU INFANCIA?

Tuve una infancia muy feliz. Somos seis hermanos y vivíamos en una casa grande, con un papá muy dedicado a nosotros. Él era abogado y político, y mi mamá, periodista, también muy presente. Siempre nos involucraban mucho en todo. No eran de esos que dicen “tenemos visita, los niños se acuestan temprano”, sino al revés: “tenemos visita, los niños se sientan en la mesa”. Eso me dio desde pequeño un bagaje cultural importante y me ayudó a relacionarme con gente mayor. Tuve la posibilidad de viajar y siempre me sentí muy querido. Fui un niño tranquilo, no di muchos problemas y, en general, me portaba bien.

3.¿POR QUÉ DECIDISTE ESTUDIAR DERECHO?

Me gustó mucho la etapa de decidir qué estudiar. Estuve entre Ingeniería Comercial y Derecho, porque me encantan los negocios. Lo pensé harto, pero creo que el Derecho te da un mar de conocimiento aplicable a muchas áreas tienes Derecho: Comercial, Tributario, Internacional… Además, siempre me atrajo la diplomacia. Con Derecho puedes meterte en distintos campos, y en política me ha servido muchísimo, porque entiendes el Derecho Administrativo, cómo funciona el Estado, su estructura.

4. ¿CÓMO NACE LA IDEA DE SER BOMBERO?

Los bomberos hacen una tremenda pega. A mí me nace un poco por mi papá, que era bombero, lo acompañaba, y también por mi abuelo. En general, los Alessandri han tenido una vida ligada al mundo bomberil. En Santiago se me acercaron de la Pompa Italia, justamente por el apellido Alessandri, y me dijeron: “¿Te interesaría meterte a la bomba ?”. Y claro, dije que sí. Da la coincidencia de que el director de la Pompa Italia hoy es nuestro director de control acá. Así que nada, felicitar a los bomberos por esa vocación tan admirable. Además, tiene mucha mística esto de que sea ad honorem, que nadie cobre, que todo sea por vocación. Así que un saludo a los bomberos… bomberos chicos buenos

5. ¿QUÉ TE MOTIVÓ A ENTRAR EN LA POLÍTICA?

A mí me enseñaron que dedicarse a lo público era la más noble de las profesiones. No es algo con lo que uno se haga rico ni nada por el estilo, pero irte a la tumba con la satisfacción de decir: “Oye, aporté aunque fuera un poquito para que este fuera un mejor país, una mejor comuna”, creo que eso te llena profundamente. Esa convicción también se la he transmitido a mis hijos. “Papá, ¿por qué vuelves?”, me preguntaban. Yo le decía a mi señora: “¿Sabes qué? Hay que seguir aportando al país.

Ahora estamos en otra situación, en otra comuna: la comuna donde vivimos, donde nos educamos, donde mi señora trabaja y donde se educan nuestros hijos. Yo siento que puedo hacer un aporte”. Ella tuvo la generosidad de darme el visto bueno, porque cuando uno no cuenta con el apoyo de la señora, se hace muy difícil. Y los niños también lo aceptaron. Siempre les he dicho: “Persigan sus sueños, finalmente eso es lo más importante”.

6. ¿CÓMO INFLUYÓ CRECER EN UNA FAMILIA CON TRADICIÓN POLÍTICA EN TU VOCACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO?

Creo que, inconscientemente, sí. Estábamos en pleno gobierno militar, y cuando te contaba que mis papás nos sentaban a la mesa, era con personas como Gladys Marín, Mario Palestro, con un Andrés Allamand muy joven, o con Sergio Onofre Jarpa. Uno estaba ahí sentado, escuchando, y nos hacían partícipes. A veces hasta nos preguntaban nuestra opinión. Y claro, uno va observando cómo se desencadenan las cosas: después vino el plebiscito, mi papá fue alcalde de Santiago a fines de los 80, luego diputado… Todo eso te va marcando.

7. ¿QUÉ VALORES O ENSEÑANZAS HEREDASTE DE TU ENTORNO FAMILIAR QUE TE HAN ACOMPAÑADO EN TU CARRERA?

Bueno, más que nada, se trata de preocuparse por el prójimo. Yo creo que eso es fundamental. A mí me conmueven muchas cosas de esta comuna, especialmente el tema de la vivienda, donde todavía hay una gran necesidad. Entonces, uno piensa: “Si me preocupo por el prójimo, tengo que hacer algo para que más Barnecheinos puedan acceder a la casa propia”. Y no cualquier casa, sino viviendas como las que se están entregando en la población Juan Pablo II: unos townhouses de tres pisos, con termopaneles, 72 metros cuadrados, paneles solares, estacionamiento… de muy buen nivel. Casas dignas, bien pensadas. Ya no se trata solo de tener un techo, sino de calidad de vida.

En educación también tengo una preocupación muy fuerte. Ojalá todos los niños puedan acceder al mismo nivel de educación que tuve yo. Hoy, los colegios públicos de Lo Barnechea no tienen nada que envidiarle a los privados en términos de infraestructura: salas climatizadas, pantallas digitales… Estamos haciendo un esfuerzo importante. Porque algo pasó: muchas familias de Lo Barnechea empezaron a optar por otros colegios. Entonces decidimos dar un giro, una mejora significativa. Estamos invirtiendo fuerte en educación para que pase al siguiente nivel y sea un referente a nivel nacional.

8. ¿CUÁLES FUERON LOS PRINCIPALES DESAFÍOS QUE ENFRENTASTE AL INICIO DE TU CARRERA POLÍTICA?

Bueno, el primer gran hito fue salir electo como concejal en Santiago, lo que siempre es un desafío complejo. En ese contexto, como concejal, uno de mis principales desafíos fue ganarme un espacio dentro del “establishment político”. Muchos todavía me veían ,estamos hablando de hace más de 10 años, como un “cabro chico”, un concejal bueno para fiscalizar, pero no para asumir la alcaldía de Santiago. Esa, decían, era para los grandes. Para próceres, no para un quiltro, como me llegaron a decir.

Tuve que dar una pelea muy grande. Primero competir con Joaquín Lavín. Yo quería una primaria, pero optaron por una encuesta. Fue una sorpresa para todos, incluso para mí: gané yo. Un concejal que había estado en la calle cuatro años, bien machaca. Y eso, finalmente, fue lo que marcó la diferencia. Porque al final, eso es lo que manda.Debo confesar que hasta yo me sorprendí. Joaquín había sido un buen alcalde, fue candidato presidencial, perdió por menos de un voto por mesa, era querido en la comuna. Pero yo llevaba ocho años como concejal, todos los días en la calle, sábado, domingo, pocas vacaciones, incluso en enero y febrero, cuando era el aniversario de Santiago, yo estaba ahí. Y eso, el vecino lo ve, lo agradece. Luego le gané a Carolina Toha.

9. ¿CUÁL CONSIDERA QUE FUE EL MAYOR LOGRO DE TU GESTIÓN COMO ALCALDE DE SANTIAGO? ¿CÓMO VIVIÓ EL ESTALLIDO SOCIAL Y LA PANDEMIA?

Hubo varios, pero creo fue la remodelación del eje Ahumada, específicamente el paseo Ahumada y Puente. Esto convirtió a esa área en el “metro cuadrado más caro de Latinoamérica”, superando a ciudades como Sao Paulo y Buenos Aires antes del estallido. Esto lo logramos gracias a que ordenamos las señaléticas, todo igual, instalamos mobiliario urbano adecuado y la revitalización de la Plaza de Armas, hicimos el paseo Bandera precioso. Por eso es que me dolió tanto el estallido social, porque lo que habíamos hecho con sangre, sudor y lágrimas desapareció. Es mucho lo que habíamos construido, las cifras te lo demuestran, que Santiago iba hacia arriba en términos de seguridad, de metro cuadrado, de inversiones que estaba recibiendo la comuna, lo estábamos logrando, producto de las gestiones tanto mías como de los alcaldes anteriores. Y, todo lo que habíamos logrado en un mes se vino abajo. Todo rayado, todo quemado. Entonces, fue muy muy duro, y después vino la pandemia, y el centro retrocedió mucho, además vino después a juicio mío, muy personal, una administración que no supo volver a tomar la senda del crecimiento. Por eso el desafío que Mario Desbordes tiene, es tan grande.

10. ¿QUÉ FACETA SUYA CREE QUE LA MAYORÍA DE LA GENTE DESCONOCE?

Tengo harto sentido del humor. Me da risa porque mucha gente me ve como alguien muy serio. Incluso acá en Lo Barnechea me dicen: “Alcalde, usted es bueno para las tallas, Se ríe”. Y yo le respondo: “¡Pero claro que sí!”. Lo que pasa es que en Santiago me veían siempre con cara seria, pero claro, allá tenía mucha exposición mediática todos los días, y generalmente por temas duros: asesinatos, protestas, comercio ambulante… No era el contexto para andar riéndose, porque eran asuntos muy delicados. Pero sí, tengo un humor bien negro a veces, me río mucho, incluso de mí mismo. Y la gente se sorprende cuando me conoce en otro

11. ¿QUÉ LO MOTIVÓ A VOLVER A LA GESTIÓN MUNICIPAL?

Fue complejo. Me llama Cristóbal Lira, fue para Semana Santa del año pasado, cuando yo iba en el taco camino a la playa. Como era mi propio jefe, salimos a las 4 de la tarde, los niños ya habían salido del colegio, íbamos con mi señora… y ahí me llama. Me dice: “Mira, Felipe, yo no voy a ir a la reelección, tengo un tema familiar complejo. ¿Te interesa ir a una primaria?” Va a ir un candidato de Evópoli, que al final no fue, y un candidato de la UDI”. Yo lo escucho y le digo: “Dame cinco minutos”. Le comento a mi señora: “Mira, esto no es Santiago, es Lo Barnechea. Es la comuna donde vivimos, donde trabajas tú, donde van los niños al colegio, y hay tanto por hacer”. Yo ya venía un poco aburrido de lo que estaba haciendo, así que cuando le planteé la idea, ella fue súper generosa y me dijo: “Ya, bueno”. Ahí llamé a Cristóbal. La primaria fue muy compleja, muy dura. Tuve un muy buen contrincante, Carlos Ward, gran candidato y muy buena persona. Estoy contento ahora. Acá tengo un equipo municipal que funciona. Prácticamente no traje a nadie, sigo trabajando con los mismos funcionarios de siempre. No está todo perfecto, pero hay un buen equipo, y creo que todavía queda mucho por hacer.

12. ¿CÓMO HA SIDO EL CAMBIO DE LIDERAR SANTIAGO A ASUMIR LA ALCALDÍA DE LO BARNECHEA?

En Santiago todo era más complejo; acá, en cambio, todo está mucho más cerca. Por eso trato de incorporar a los niños, que me acompañen como yo acompañaba a mi papá, pero nunca forzándolos. Les digo: “Oye, tengo tal actividad, ¿quieren venir conmigo?”.

Fue una experiencia rara para ellos estar en los semáforos durante la campaña. Acá tuvimos una primaria y una elección. Me acompañaban a repartir volantes, lo que en esta comuna es algo muy particular. Yo los observaba y me daba cuenta de que mucha gente los reconocía. Estábamos ahí, a las 7 de la mañana, con un frío tremendo. A veces las personas no bajaban el vidrio, pero te saludaban con la mano. Yo pensaba: “Está bien, después te voy a poner más seguridad, porque se nota que acá hace falta”.

Ellos me acompañan bastante. Siempre les trato de mostrar y explicar la suerte que tienen en comparación con otros niños de su misma edad. Uno tiene el deber moral y la responsabilidad de hacer algo. No necesariamente desde un cargo de elección popular, porque entiendo que no todos están hechos para eso, pero sí aportar de alguna forma.

13. ¿QUÉ DIFERENCIAS PRINCIPALES HA NOTADO ENTRE AMBAS COMUNAS EN TÉRMINOS DE GESTIÓN?

Yo soy tuerca, me encantan los autos y me gusta graficarlo así, en Santiago vivíamos a 9.000 revoluciones de lunes a domingo, al máximo, forzados. Y acá ando a 3.500. No es que hayamos bajado el ritmo, pero sí me ha permitido avanzar con más claridad, y lo que queremos es hacer de esta es una comuna más armónica, más a escala humana. ¿En qué se traduce eso? En que sea una comuna caminable. Hoy estamos en el edificio cívico, y llegar caminando al mall Vivo debería ser lo más natural. Pero hoy día, si no fuera por Waze, cruzar desde acá es una odisea. No sabes por dónde pasar. Esta es una comuna pensada para andar en Suburban o en Ford F-150. Faltan veredas bien diseñadas, no hay ni un kilómetro de ciclovía. Todo se hace en auto. Es una comuna compleja en ese sentido.

Tenemos varios proyectos: que llegue el Metro, mejorar las veredas, soterrar los cables. Pero por ejemplo, la Plaza San Enrique, que es un punto importante de encuentro, no invita a quedarse. La casona que está ahí, que es la de Fernández Concha, el mismo de Santiago Centro, hoy es solo una bodega municipal. Esa plaza no acoge, al contrario, invita a salir corriendo. Todo el entorno está deteriorado. Por eso presentamos un proyecto que contempla estacionamientos subterráneos, una galería de arte con anticuarios en la casona. Esto es parte de Aguas Andinas, y lo vamos a financiar nosotros, porque hoy ningún privado va a querer invertir ahí. La idea es que ese proyecto gatille mejoras en todo el entorno. Piensen ustedes: el restaurante Doña Tina, que es un ícono de la comida chilena y que está a la entrada de Valle Escondido, hoy solo abre a la hora de almuerzo. ¿Por qué? Porque no hay público en la noche. El entorno no acompaña.

14. ¿QUÉ PIENSA DE LAS DESIGUALDADES QUE HAY EN LA COMUNA?

Ser alcalde de Lo Barnechea es enfrentar una desigualdad que refleja lo que pasa en todo Chile. Te lo graficó así: en 50 metros lineales puedes ver un Rolls Royce, un auto de 300 millones de pesos, y justo al frente, casas de cartón. Eso es muy propio de Latinoamérica, pero también evidencia la falta de políticas públicas efectivas y el fracaso de la clase política, porque no hemos sido capaces de resolver esa brecha. ¿Se ha hecho mucho? Sí. Yo estudiaba acá en el colegio Nido de Águilas, y cuando subíamos por el camino, había campamentos en toda la orilla del río Mapocho. Hoy ya no existen. Pero esta comuna es, en muchos sentidos, un pequeño Chile, y ese es justamente el desafío, y también lo entretenido de ser alcalde acá.

Tenemos niveles de precariedad y vulnerabilidad que no vi ni siquiera en Santiago Centro, pero están escondidos. Hay sectores medios, medios bajos y también sectores de clase muy alta, todo separado por menos de un kilómetro. Es muy impactante: paso de una reunión con vecinos en un sector muy vulnerable, a otra reunión en una casa de lujo. Y eso convive sanamente aquí, logramos convivir.

Claro, hay quienes estigmatizan. Dicen “esa comuna no tiene problemas” o que “es puro ABC1 en Lo Barnechea”. Pero esta comuna también es Barnechea, sin el “Lo”, como le dicen algunos. Es una comuna de tradiciones, de raíces huasas, con historia minera, de campo, de veranadas, de rodeos. Y eso hay que integrarlo mejor a lo que somos hoy.

No quiero desmerecer a otras comunas de altos ingresos, pero acá los desafíos de ser alcalde son distintos. Muy distintos a ser alcalde de comunas vecinas más homogéneas. Y eso, para mí, lo hace aún más interesante.

15. ¿CUÁLES SON TUS OBJETIVOS PARA LO BARNECHEA Y QUÉ LEGADO TE GUSTARÍA DEJAR?

Vuelvo a lo mismo: mi objetivo es dejar esta municipalidad funcionando como un reloj suizo. Ya funciona muy bien, pero estamos haciendo pequeños ajustes para que funcione aún mejor. Y respecto al legado, lo que busco es dejar una comuna más armónica, más a escala humana. Una comuna que priorice al peatón por sobre el automovilista, que es algo importante.

También quiero que la gente de los distintos sectores no diga: “Ah, usted hizo el Día de la Madre en La Dehesa” y que desde La Dehesa digan: “No, yo al estadio municipal del cerro 18, no subo”. Lo que buscamos es una mayor integración, y eso lo estamos logrando a través de los colegios. Los niños no conocen las diferencias sociales, esas se las inculcan los adultos. Por eso estamos organizando campeonatos de fútbol donde juegan el Santiago College, el Nido de Águilas, el Colegio Parroquial, el Colegio Municipal y el San Rafael. Todos juntos, en el estadio municipal que está en el cerro 18, y que no tiene nada que envidiarle a los mejores estadios de Chile.

16. ¿SI NO HUBIERA SIDO NI ABOGADO NI POLÍTICO, A QUE LE HUBIERA GUSTADO DEDICARSE ?

El urbanismo, me encanta. Vibro con las cosas bien hechas, con lo estéticamente bonito, con el sol citadino. Acá tenemos un sector maravilloso que es El Arrayán, pero cada vez que voy me pregunto: ¿cómo vive la gente acá tan lejos? ¿Qué pasa si necesitan comprar algo? El lugar es precioso, sí, pero a mí me gusta más lo urbano, el entorno de la ciudad. Por eso, este sector me da un poco de pena. Les voy a mostrar la oficina. Uno entra y dice: “Esto parece Dubái”, pero sales y parece Beirut: hoyos, socavones por todos lados. Yo entiendo que la pandemia golpeó fuerte, pero igual.

Como te decía, me apasiona el urbanismo. Siempre he sido fanático de programas como Santiago Adicto. Me conozco el centro de Santiago entero: quién diseñó cada edificio, si conserva su fachada original o no. Me fijo mucho en detalles como las veredas. Incluso trato de inculcarle eso a mis hijos, y parece que lo estoy logrando, porque ya se dan cuenta. Mi señora misma me dijo una vez: “Antes de que tú me hablaras del tema de los postes y cables, nunca me fijaba”. Esta comuna creció de forma completamente inorgánica. No hubo una planificación urbana real, a pesar de que en su momento se contrató a Marcial Echenique. Pero creció de golpe, sin orden. Por ejemplo, la salida de la Costanera Norte: vienes por una carretera que parece de país desarrollado, hecha por españoles, con tecnología de punta, todo impecable… y de pronto, al salir, te encuentras con Raúl Labbé, una calle angosta, con lomos de toro, semáforos y una sola pista. Pagaste un tag carísimo por tres pistas, y todo ese ahorro de tiempo se pierde ahí. Y más allá de lo práctico, hay una cicatriz urbana. Esa carretera cortó el pueblo en dos. Antes, ahí había vida: se hacía la feria, la gente circulaba. Ahora hay un parque, claro, algo se ganó, pero personalmente yo no habría aceptado ese cambio. Sin duda el uso del espacio público determina la ciudad.

The Best

1.PELÍCULA: STAR WARS
2.SERIE: HOUSE OF CARDS
3. DESTINO: PARIS
4. RESTAURANTE: LA VINOTECA ZOCO
5. PLATO: CORVINA, EL REY DE LOS PESCADOS
6. PERFUME: TERRE D’HERMйS

8. CANTANTE: TINA TURNER
9. DEPORTISTAS: NICOLÁS MASSÚ YFERNANDO GONZÁLEZ
10. HOBBIE: HACER DEPORTE
11. LIBRO: “LA DERECHA LIBERAL SÍ EXISTE” DE HERNÁN LARRAÍN MATTE

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