Si leo la frase de arriba, la sensación que tengo es que nunca me pregunté a mí misma lo que realmente quería o no, lo que me gusta hasta lo que me duele. Solo tomaba los moldes.
Hoy aprendí que soy una persona con cosas buenas y malas, necesitaba definir qué era lo que realmente quería, sanar heridas, perdonarse, llorar y consolarme porque nadie conoce mi historia mejor que yo. Hoy escucho mis necesidades y no las postergo por las de un tercero por aprobación, porque ya tengo mi propia aprobación.
Sin comentarios